Implicaciones éticas y morales durante la evaluación
“Implicaciones éticas y
morales durante la evaluación académica de los alumnos”.
Por: Karen Castellanos
Probablemente a lo largo de tu proceso educación te has
llegado a preguntar ¿cuáles son los criterios que consideran los maestros
durante la evaluación? Y claro, es más que obvio que no sólo toman en cuenta
los trabajos realizados, exámenes o la asistencia. Existen muchos factores que
intervienen pasiva o significativamente en el proceso de evaluación, cosas como
“caerle bien al maestro” o “ayudar para que no repruebe” que pueden fomentar a
que una evaluación se vuelva subjetiva y caiga en datos irreales.
Definiendo primero “implicación
ética” se le pueden considerar a las consecuencias positivas o negativas
que al momento de analizarlas se puede llegar a tener una acción hacia la
sociedad, es decir, el daño o beneficio puede ser general. Por lo tanto también
podemos definir “implicaciones sociales o
morales” como los factores que otras
personas pueden llegar a considerar buenas o malas, dejando a un lado la ética
que conlleve el mismo.
Habiendo entendido que es una implicación ética y moral, se
comprende que cuando se habla de ética, nos referimos en este caso como la
capacidad que tiene un docente de reflexionar individualmente lo que considera
mejor, mientras que las implicaciones morales dependen más del juicio moral
durante la evaluación tiene el profesor (véase juicio moral).
Al momento de que el docente se disponga a comenzar con la
evaluación al alumno debe de considerar el tipo de evaluación que llevará a
cabo; pues de allí dependerá mucho la objetividad con la que el mismo pueda
calificar lo realizado durante el periodo escolar.
Tipos de evaluación:
cualitativo y cuantitativo
En primera instancia consideramos el método tradicional o cuantitativo
de evaluación, este tiene un enfoque positivista y tiende a ser cuantitativo,
pues se basa en la medición de la calificación. Se caracteriza por ser
controlador y no toma la práctica pedagógica, centrando su atención más al
producto que a la transformación del individuo hacia la sociedad. No determina
causas ni consecuencias y no puede definir si el logro es alcanzado o no. Es
como si el evaluador fuera el verdugo del pobre alumno que solo quiere sacar
100 sin darle importancia a siquiera analizar si el alumno lo merece o no.
Por otra parte tenemos la evaluación cualitativa, esta se
caracteriza por ser naturista y se centra en la indagación constructiva y
crítica. Para ello se planifican métodos y estrategias de enseñanza de
evaluación de acuerdo al contexto y por ello implica una reflexión crítica del
proceso de evaluación académico. Propicia a analizar si el evaluado ha logrado
un cambio cultural institucional, determinado por la autocrítica, las causas,
el debate e incita a la indagación. Y allí ni como reclamarle al maestro tu 60
causado por tus 30 faltas durante todo el semestre.
Implicaciones
morales
Es fácil comprender que para un evaluador no es fácil
mantener una actitud imparcial durante la evaluación; debido a que pueden
llegar a influenciar los aspectos ideológicos, los valores que tienen el
profesor, su poder y su autoestima. La influencia que existe con las ideas que
el maestro tiene preconcebidas, los juicios previos poco fundamentados llegan a
afectar este proceso y hasta en algunas ocasiones de manera inconsciente,
debido a esto el proceso ético de evaluación se ve corrompido y se puede llegar
a caer en un acto antiético. Con ello, se concluye en un proceso erróneo de
evaluación. Por lo tanto, si tu profesor se basa en sus principios morales, más
te vale caerle bien.
Implicaciones éticas
El poder que tiene el evaluador se da por la relación
asimétrica que existe durante evaluación didáctica, en dónde el profesor
conduce y orienta al educando en su proceso de conocimiento para después
evaluar definiendo un proceso de estrategia y criterio.
Este poder es usado
como parte del proceso de enseñanza de aprendizaje con un uso justificado como
guía del proceso de evaluación. Para ello, la evaluación constructiva es
relativo a la ética, pues se evalúa la calidad del proceso de enseñanza y
aprendizaje para así poder valorar al estudiante si los logros fueron realmente
alcanzados o no.
De igual manera, el poder asignado al evaluador puede
llegar a ser ejercido de manera antiética si se usa con fines ajenos al proceso
de aprendizaje.
La objetividad en la
evaluación
La objetividad durante el proceso de evaluación debe de ser concreta, para ello se deben de
plantear funciones, alcances, objetivos y contenidos a evaluar. Así mismo,
contempla además la comparación de los criterios fijados en el evaluador y los
logros del evaluado, por ello se deben de establecer con anterioridad cuáles
son las competencias y la idoneidad que el alumno debe lograr.
De allí donde surgen los problemas de objetividad
originados en el diseño de evaluación. Si la evaluación está mal diseñada o es
mala, las fallas en el instrumento de medición, así como la mala relación entre
los contenidos evaluados con los impartidos pueden entorpecer este proceso.
Si se evalúa correctamente, el docente puede garantizar que
el proceso de evaluación fue objetivo.
Se debe de establecer que una evaluación debe de ser
lógica, racional y justa, pues los principales problemas en el proceso de
evaluación tienen que ver con los problemas ético-morales. El educador debe de
tener en claro que él es el encargado de llevar el conocimiento al educando y
así mismo será quién lleve a cabo los métodos de evaluación que le servirán
para saber cómo, y qué aprenden sus alumnos.
Recomendaciones para el
evaluador
Durante el proceso de evaluación, el docente puede hacerse
preguntas como: ¿afecta no sólo al alumno la calificación que yo le dé sino que
también lo hará a los demás profesores o a la escuela? ¿Para qué evalúo a los
alumnos? ¿Cuál es la mejor medida de evaluación que puedo aplicar? ¿Qué pasa si
empleo la evaluación para fines ajenos a la enseñanza? Preguntas como estas
pueden orientar mejor al evaluador.
Así mismo es importante que recuerde considerar a la
evaluación como un proceso que necesita de una reflexión y acción, para así
promover una evaluación integral basada
en el diseño de estrategias del proceso evaluativo. Puede ser de gran ayuda
sustentarse en el uso de las TIC´S y que esto mejore el proceso de aprendizaje
también. Si el evaluador trabaja de forma consciente, se promuevan las
prácticas éticas de evaluación y mejora así el proceso mismo.
Referencias
Figueroba, A. (s.f.). Las 6 diferencias entre ética y
moral. Obtenido de Psicología y mente:
https://psicologiaymente.net/psicologia/diferencias-etica-moral
María Elena Cunill
López, J. G. (noviembre de 2016). Aspectos éticos de la evaluación del
aprendizaje en las Ciencias Médicas. Obtenido de Revista Habenera de
Ciencias Médicas:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2016000600015
Olivos, T. M. (2011). Consideraciones
éticas en la evaluación educativa. Obtenido de REICE Revista
Iberoamericana sobre la calidad, eficacia y cambio en educación:
http://www.redalyc.org/html/551/55119127010/
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